viernes, 23 de febrero de 2018



Estuve en Cró-nó este verano

paseando mi perro ciego

hasta que nos derribaron las trompetas

y el mundo quiso levantarse

y fue hacinado con pañuelos oscuros que tapaban sus cejas

y en todo el paisaje crecieron pértigas que querían cruzar las
                  acequias

más los años irrumpían en los huesos

y la saliva resbaló entre los labios
y ya nadie levantó su ira

y fue hecho engranaje de la máquina

y los gobiernos fueron felices

el amor era intercambiar tornillos




al fin la anemia acabó con todos.

(Poema 42 del libro Cró-nó. Serafín M. Vidriales 1.981)

No hay comentarios: