El pez inflado arrasa la calle
dos se comen la boca
la lengua
e inutilmente la hoz golpea el cuello de piedra
Sus dos hermosos pechos
más firmes sobre las palmas de las manos
avanzan desafiantes
los pezones encarnados y duros
El pez que quiere explotar
llora
también el mandril de la cama elástica
pregunta si dios está de vacaciones en el caribe
ahora que no hay huracanes.
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