lunes, 5 de febrero de 2018

Son las nueve de la noche
con los rostros fuera
y los aullidos al viento
transportan espuertas
las calles de carcajada feroz de desván polvoriento
en cada esquina una letrina roja rueda tras tu sexo
circundando palomas histéricas los redondeles muertos
son las nueve de la noche en amplio desierto
son las nueve de la noche
y ¿para qué hablar del barro en los zapatos de cuero
si siguen luciendo traje de noche los aguijones?
caracolas dormidas en tiempo
la saliva resbalando en el cristal me trae figuras de las noches que
         /se van alejando al contacto con los muslos grises de los
         /árboles húmedos.

Estoy haciendo el pino en un columpio de ojos
ojos chiquitos negros y asesinos
saltimbanquis con taparrabos que se ríen del viento

son las nueve de la noche rodeado de huecos.

No hay comentarios: