jueves, 15 de noviembre de 2007

continuación del poema de plumanegra PALABRAS

y esta mi saliva
a borbotones
cubiletes de hueso
zas zas del aire
pis espeso
elegí y pagué con visa el trozo de cementerio.



(En recuerdo de cuando hacíamos poemas colectivos.)

miércoles, 12 de septiembre de 2007

CANCIÓN

Ahora, que el día y la noche tienen marcados significados, es el momento de perdernos de la mano más allá del camino, donde comienzan los olivos y las sombras dan algo más que respeto.
Durmamos aquí mismo. De cabecera esta piedra más plana. La hierba está un poco húmeda, nos recuerda que es hierba y este ligero viento, casi brisa, que apenas mueve las hojas, nos mantendrá despiertos.
No quiero dormir, no quiero que te duermas. Cierra los ojos si quieres, sin no puedes sostener más tiempo los párpados, pero no te duermas, tenemos que continuar la historia.
Viviremos en otros, eso es seguro, pero no es lo mismo. Seremos parte de otra historia como en nosotros hay historias ajenas, pero no es lo mismo.
Si nos dormimos, nos tenemos que despertar. Despertar es crudo, ácido y hasta vacío.
Si nos dormimos hay un instante, una microinstante, una inconsciencia durante la que no te he amado y se me hace insoportable.

martes, 4 de septiembre de 2007

MAS VERANO

Los árboles muertos
transportan la voz,
río Huebra.
Si me pierdo
buscadme en Praga, Florencia, Hinojosa...,
si me pierdo.

Después de la montaña
la meseta,
los recuerdos después del encuentro,
la sima.
Si me pierdo
buscadme en Amman, Toledo, Salamanca...,
si me pierdo.

Velocidad y paisaje
buitres, águilas, cigüeñas negras
trompas y trompetas
las manos escalando el andamiaje.
Si me pierdo
buscadme en el fondo del río...,
si me pierdo.

No me quedan sueños que arrojarte
contempla el vacío
y no me deprimas más
prótesis del lavabo.
Si me pierdo,
buscadme,

VERANO

Me falta un bosque musical
metálico
con las manos heladas y el miedo
el mar de fondo.

Pienso en un salto al vacío
una cuerda trenzada
sin abandonar la lucha
mi derrota es victoria de la miseria

Nadar hasta alta mar
olvidar el regreso
dónde está el pecado?

La orilla es una gigantesca sierra
dientes de acero
sobre la masturbación me recuesto
vomito y me tambaleo.

martes, 3 de julio de 2007

LA SOMBRA


Me apetece describir mi relación con la sombra, más que con la mía, con la que proyectan los vómitos. En la esquina de un banco callejero, apoyado sobre el brazo de hierro, mi amigo Juan G. masca los restos que se le han quedado pegados a los labios. Se sujeta la cabeza, sino se iría contra sus rodillas. Es desolador. Es la ausencia de de control. Sólo un pensamiento embaza el cuerpo, sólo un malestar que le recuerda vagamente que viene de comerse el día y la noche a la vez. Esta sombra es la que me interesa. Indefinida.

viernes, 22 de junio de 2007

POR CENTIMETROS

¿Que son 4 centímetros?. Nada. Casi nada. Son los que siempre me han faltado para ser una persona alta, para medir uno ochenta. Ver las cabezas desde lo alto, dominando con la mirada los peinados de la mañana, por la tarde los desarreglos, que no todo el mundo tiene un peine a mano a ciertas horas. También la falta de estos centímetros son una escusa. Escusa para iniciar este texto dolorido, molesto por los días y días de vigilia por no encontrar la tranquilidad que me produce no tener controlados los pensamientos incomprensibles.
Juan G. si que es alto. Él mide por lo menos uno ochenta y dos, y eso es una gozada. La altivez física ayuda mucho. Puede correr, dar grandes saltos que a veces imitan pequeños vuelos autónomos. Le da tiempo a ver venir entre la maraña de gentes al rubio del cuchillo, con la hoja destelleante, preparado para el siniestro sacrificio. Tiene tiempo de muchas cosas, hasta de hablar por hablar.

viernes, 8 de junio de 2007

D.E.C.(DONDE ESTOY COÑO) EXPERIMENTO.

¿Cómo detener la risa que se pasea entre los cadáveres?
¿Bastará con las urnas blindadas?
Poco pueden las manos cercenadas,
cuanto pesa la historia.

Mi caballo con las alas abatidas
camina huido
sin jinete

Voy al Sur
vengo del Norte
no hay Sol en el horizonte.

La piel resquebrajada
sima marina
cloaca
no soporta más palabras

Voy al Sur
vengo del Norte
no hay Sol en el horizonte.

Doy migajas a mis hijos
los perros con collares de brillantes
ladran a la Luna
y los cines sólo dan porno.

No puedo con las legañas de los ojos
despegar los labios
a gritos me llama el vacío.

Voy al Sur
vengo del Norte
no hay Sol en el horizonte.

martes, 29 de mayo de 2007

¿quién hay ahí?

¿Quién hay ahí?. Es la pregunta inquietante. Le hace salir a la calle en pijama. La casa-habitación está en alto ¿un palomar?. Baja por unas escaleras de hierro, estrecha y herrumbrosa que a mitad de camino está dada la vuelta. Los peldaños vienen desde el otro lado. Cuesta mucho cambiarse al otro lado, teme por su vida. No le hace ninguna gracias caer al vacío donde me le esperan una riada de coches que corren sin reparar en ambos sentidos. Ya pisando firme, con la garganta seca, angustiado por el descenso pone rumbo al bar que hay no más de doscientos metros, a tiro de piedra. Los coches pasan y pasan, pero no le ven o son blandos, imágenes lúmicas. ¿Quién hay ahí? Tras los cristales ligeramente empañados un ennegrecido visillo pegado impide que vea con nitidez el interior. Las caras que voy descubriendo me sorprenden, dejaron de existir hace algún tiempo, compañeros, familiares, algún amigo y sobre todo desconocidos, hay muchos desconocidos, por lo que no se sabe si son invención o qué. Juan G. está meditando apoyado en el quitamiedos del puente alto.

martes, 22 de mayo de 2007

SUPER

¿Que hay que no pueda suceder en el Super?. Es un escenario perfecto para situar un relato de amor, de intriga, de miedo, de violencia, de engaño... No conozco un espacio que pueda dar tanto juego, hasta hay alcohol, papel higiénico, chocolate, insecticidas, carnes, detergentes... También hay madres e hijos. Puede ser que veamos las relaciones filiales más antagónicas. El niño corre de un lado para otro, grita, revuelve por aquí y por allí. Insoportable. La madre sólo dice, Alfonso, Alfonso, Alfonso, vale ya. Alfonso ven aquí, tan bajo que ni ella se oye. Y Alfonso corre, que te corre, incordia que te incordia, vocea. Mira lo que hay aquí, déjame que me compre este paquete, sólo este que es muy pequeño. Y vuelta a correr. Que coñazo. El otro caso es meloso y aplastante. La madre habla y habla. Habla bajito a su hija adolescente. La adoctrina. Le dice de la capacidad de decisión de hombre y habla, habla y habla. La chica cuando va a contestar, a opinar, a sugerir o simplemente a intervenir se encuentra con la madre que sigue hablándola bajito de lo bueno y lo malo. De tu sabrás lo que haces que ya no eres una niña. Y la chica aturdida. Juan G. apunto de desfallecer. Esto es lo que ocurre en el Super entre otros.

martes, 15 de mayo de 2007

SOBRE LOS SUEÑOS

Sabe Juan G. que esta parte de la consciencia será leída por casualidad. No voy a entrar en la ya vieja pelea de la casualidad o la causalidad, más materialista, más dialéctica materialista. Me pierdo en los neurismas, me pierdo en la corriente alterna y en la continua de las neuronas. Los sueños son caprichosos, a veces espantan y otras te llevan lejos, volar sin alas. Juan G. en sueños corre como wueldigo. Un salto de longitud imposible le lleva al extremo de la calle donde se comete el crimen o donde se ama voluptuosamente. Si le analizara un especialista, como se dice un profesional de la cabeza y el orden, seguro que le guardaba una temporada o al menos le aconsejaba dejar de soñar. Juan G., no se pueden tener poluciones nocturnas después de haber fornicado a lo bestia. Date un respiro. Sosiégate y deja que el mundo avance con su peculiar y arrolladora maquinaria. Date cuenta que estas válvulas de escape, no son nada más que válvulas de escape y que los espadachines lo que en realidad están deseando no es matar al otro sino afirmar su existencia.
Los sueños y los objetos imposible se ocultan bajo el cuero cabelludo. Están en alguna parte, al igual que alguna parte está en los sueños.
Una avalancha sólo es un tropel.

lunes, 14 de mayo de 2007

Memoria

Mi amigo Juan G. buscaba en su memoria un término que durante mucho tiempo manejó, pero que ahora se le escapaba.
El término era sencillo, dos palabras, pero no había forma. Llegaba hasta saber que se utilizaba jurídicamente, ni por esas. Las palabras se escurren como las anguilas. Son difíciles de pescar, difíciles de morir y no se sabe bien si son culebra o pez o pez culebra. Viajan pegadas al fondo, agua dulce o salada, pero incansables cumplidoras de su círculo vital.
Sólo una de ellas te dejaba helado a pesar de que esa bonita la condenada. Dicha despacio y sola hasta sonaba bien a g r a v i o, pero mata. Agravio comparativo. Pongamos por caso que al mirarte en el espejo tu yo reflejado sea magnífico, y tú sin embargo picado de viruela. Puede que te alegre, pero es una injusticia manifiesta. Juan G. lo sabe.

domingo, 6 de mayo de 2007

ENTREDEDOS

La luz recorre el reloj
en el amanecer
tenemos las manos entrelazadas
y se nos escapa la harina

suprimiendo lo obvio
sólo queda el beso
el beso prolongado y húmedo
tu rostro reflejo en mis manos
te añoro

hay cosas que no cambian
el amor el dolor los puestos callejeros
los perros vagabundos
porque me duele quitarme el collar
aun te busco

como un ciego ignorante
llevamos tiempo contemplando la luna
y la luna nos contempla
es recíproca
la leche hervida en dedales de oro
desvanece la esperanza de detener el tiempo
puede que hasta la cantante calva
venga al cumpleaños de los andamios herrumbrosos

miércoles, 2 de mayo de 2007

Partida de bautismo

Mi amigo Juan G. está hoy contento. Le dio por ahí. Se marchó a su pueblo. Mi amigo Juan G. es de pueblo, muy de pueblo. Como suele decirse más que las amapolas. Cuando llegó as su pueblo sin pararse siquiera en unos de esos bares, de lo que más hay se dirigió a la parroquia para ver su partida de bautismo. Tal como lo pensó llamó al párroco y le expuso su caso, su sencillo caso, quería ver su partida de bautismo. Cosa más absurda, pensó el cura, pero bueno, cuestiones más pelegrinas había tenido que tender, así que le preguntó cuando fue el hecho o cuando pensaba él que fue.
Juan G. le dijo cuando nació y como entonces era costumbre bautizarles siendo unos bebés, por aquella fecha buscó el cura la partida de bautismo de Juan G.
Por alguna razón, o por lo más obvio, la partida de bautismo de Juan G. no existía. Mi amigo no estaba bautizado, mi amigo no era cristiano y esto le quitaba un gran peso de encima. Podía ser lo que quisiera ser sin tener que renunciar a nada, incluso cristiano. Así que ahora podía empezar a pensar en que ser ya que no era y esto si es de peso.

lunes, 30 de abril de 2007

Recuperar la ensoñación, lo soñado, es vital. Tal vez la música nos ha llevado a la autopista de los patines. Una tabla ancha, tres rodamientos y un poco de imaginación artesana hacen el resto. Nos deslizamos con nuestros vehículos a impulsos de nuestro pie derecho por llano y cuesta abajo. Las cuestas arriba no hay más remedio que coger el patín debajo del brazo y arrear con él en busca de la nueva sensación de al bajada, cuando nos tiremos por la cuesta. Eso es. Arriba, abajo. Arriba, abajo. Todo es fácil cuando el esfuerzo se ve recompensado. La fustración sólo se produce cuando el esfuerzo te lleva a la nada, al vacío o a la sima. Estamos contentos. Gritamos entre el chirriar de las ruedas que se quedaron sin aceite. El aceite también es muy bueno, ayuda y facilita. Incluso es curativo. Algún patín queda destrozado, las vibraciones sacan las ruedas y el muchacho rueda con algún que otro desuello. Llora, se ríe, no sabe a que atenerse. Los demás se tronchan. Todos se ríen de él, de su torpeza o de su mala suerte. El se enrabieta, le da igual pero se enrabieta y no comprende el escarnio de sus compañeros de juegos. Se limpia las lágrimas con la bocamanga del viejo jersey y se embadurna toda la cara de lágrimas, mocos, polvo y desesperación y no tiene más remedio que marchar a su casa, reconocerse en la derrota y despertar. No es nada fácil. Está intranquilo y ya le cuesta dormir de nuevo aunque ha recuperado el sueño.

martes, 24 de abril de 2007

PRIMER PLANO

Tenía un primer plano. Si alguna vez hacía algo de cine, vídeo o televisión tenía un primer plano ineludible: Sobre una pasarela solo veríamos pies, pies descalzos, pequeños, grandes, sensuales, paseándose por la pasarela sin cuerpo. Sólo veríamos los pies adelante y atrás, pies y mas pies. Esto es el plano soñado.

Más o menos a las siete de la mañana, cuando despereza el día y ya huele a humanidad en el metro vi el primer plano, no lo soñé. Allí estaba él. Sobre una de las barras para que no cayéramos al suelo, diferente manos contrapeadas, cada una prolonganción de un brazo inexistente, opaco cubrían toda la barra. Manos velludas, rudas, secretarias, y entre todas destacando una mano negra, negra.

No se con que primer plano quedarme, seguro que no haré cine, ni vídeo, ni televisión así que lo cuento y de momento baste.

miércoles, 18 de abril de 2007

SALAMANCA

Plaza mayor y cerveza moderna
sin alcohol
Recorro tus calles, plazas y parques
y se me atraviesan Frayluises quijotes
No puedo parar
Veo más, aprendo más y me polinizo
Este sol magnífico ha sacado
el mundo a la calle,
La calle es el mundo
inconcluso.

miércoles, 11 de abril de 2007

También hay que opinar

Acababa de leer a Arturo Barea cuando teniendo entre la manos las memorias de García Márquez en la página 138 le recuerda. Leí Los Girasoles Ciegos (confieso por lo sugerente del título) y al poco leo que es uno de los libros más leídos con la mejor publicidad que se pueda hacer de un título, el boca a boca. Leo el Lápiz de Carpintero de Manuel Rivas, maravillado de este mi comienzo en la literatura gallega, en la historia gallega y en la vida gallega; y al leer a Carmen Pérez, gallega que ha bebido también la fuente del lápiz de carpintero, según relata, creo. Creo en esta sucesión de títulos, nombres, historias... todo está conectado. Será la vida?. Hagamos la cotidianidad extraordinaria y lo extraordinario cotidiano, sencillamente. Gracias Arturo, Gabriel, Alberto, Manuel, Carmen... por hacernos sentir sin necesidad de pellizcarnos cada instante.

miércoles, 28 de marzo de 2007

hoy por hoy

Caminar, lo que se dice caminar, ejercicio de literalidad, movimiento físico de las piernas, primero una, luego otra acompañando los brazos para mantener el equilibrio; no. Lo que hago es un esfuerzo vital, reprimir la náusea que me produce encontrarme con quienes sé a ciencia cierta que les cuesta mi presencia. Me miran, les miro, nos miramos y estoy cerca del desfallecimiento, pero aguantaré porque esto es la existencia, por cierto nada poética.

domingo, 18 de marzo de 2007

POEMA XLIII

Estoy sorprendido. Después del poema XX, lo lógico es que apareciera el poema XXI, pero no, va y aterriza el poema XLIII que se lee poema equis ele uno dos tres, por si había alguna duda. Vuelta con la duda al semblante, a vueltas con la duda. Pero no pasa nada, sólo que ando dando vueltas por aquí, por las palabras por que el poema equis ele uno dos tres aun no ha sido escrito, o se está escribiendo. Porque qué haré por crear el poema si josé maría pons no nos ha tirado las interrogaciones que dice que sueña con tirar algún día a los espectadores. Me encanta la escena, la veo teatralmente. En el patio de butacas sobre vuelan las interrogantes y los espectadores pelean y se esfuerzan por coger al menos una, guardársela en su bolsillo y tapándola con la mano para que no se escape se va a su casa-habitación-hogar-lar. Ya en su casa-habitación-hogar-lar la inspecciona, la saca brillo y colocada sobre la mesa de cristal la interroga y la interrogante interroga. Es como un sueño. Me encanta la escena.

martes, 13 de marzo de 2007

POEMA XX

Botones dorados de viejas chaquetas
que no brillan
bloquean la líbido ancestral
duele pensar en nonato
vómito de tuercas, tornillos
necesario acople
inexorable ruge
sus potentes neumáticos nos arrolla
y sólo queríamos
madre
mecernos en tus mullidos brazos
que desolación
que punzada en el ADN

lunes, 12 de marzo de 2007

DEFINIDO

El wendigo

Compartir el espacio, hacer, sólo tal vez, que no es nada más que una posibilidad, un circo donde las piruetas y cabriolas se den la mano. A lo mejor no tenemos nada de que hablar y nos limitamos a escupir palabras, palabras... no olvidemos el poder de las palabras, la palabra como Golem que me enseñó a descubrir Praga guiado de la mano de Gustav Menhir (tengo que repasar el nombre) con Jan Neruda y Kafka. Las neuronas van y viene y la inseguridad se adueña de la duda. Hay algo más dudoso que una duda insegura?. He perdido práctica de pensar, demasiado tiempo no-pensando, actuar te lleva a olvidar nombres elementales a no recordar grafías, no por eso dejo de recordar pese al no-pensado.
Algunos recordarán el wendigo: mítico nombre: Itaca Wendigo. Poeta urbano, del madrid de los 70 y parte de lo s80, y mala leche, no formamos parte de la movida: somos la movida, recordáis amigos la poesía por las paredes, por los metros. Ahora la han institucionalizado, se plastifica el papel, ya hemos olvidado las vietnamitas, fotocopiadoras y demás sistemas de expresión ahí estamos.
Era el viento, es ese escalofrío que sentimos, percibimos cuando nos acercamos en una mañana de casi invierno a un cementerio. Pasa el wendigo.
Hay que decirlo de una vez. Palabras y palabras martillean los oídos y casi todas terminan en tiempo. Hoy, ayer, el tiempo, el modo, el espacio, las dimensiones van creando en las terminaciones nerviosas escapes de electricidad chisporrotean te. Pero nadie tendrá la culpa.
Me sorprende la sorpresa, me abruma el acoso al que está sometida la integridad. Voy a proponer que hagamos una gran narración abierta.