viernes, 23 de febrero de 2018



Estuve en Cró-nó este verano

paseando mi perro ciego

hasta que nos derribaron las trompetas

y el mundo quiso levantarse

y fue hacinado con pañuelos oscuros que tapaban sus cejas

y en todo el paisaje crecieron pértigas que querían cruzar las
                  acequias

más los años irrumpían en los huesos

y la saliva resbaló entre los labios
y ya nadie levantó su ira

y fue hecho engranaje de la máquina

y los gobiernos fueron felices

el amor era intercambiar tornillos




al fin la anemia acabó con todos.

(Poema 42 del libro Cró-nó. Serafín M. Vidriales 1.981)

lunes, 5 de febrero de 2018

Son las nueve de la noche
con los rostros fuera
y los aullidos al viento
transportan espuertas
las calles de carcajada feroz de desván polvoriento
en cada esquina una letrina roja rueda tras tu sexo
circundando palomas histéricas los redondeles muertos
son las nueve de la noche en amplio desierto
son las nueve de la noche
y ¿para qué hablar del barro en los zapatos de cuero
si siguen luciendo traje de noche los aguijones?
caracolas dormidas en tiempo
la saliva resbalando en el cristal me trae figuras de las noches que
         /se van alejando al contacto con los muslos grises de los
         /árboles húmedos.

Estoy haciendo el pino en un columpio de ojos
ojos chiquitos negros y asesinos
saltimbanquis con taparrabos que se ríen del viento

son las nueve de la noche rodeado de huecos.