martes, 29 de mayo de 2007

¿quién hay ahí?

¿Quién hay ahí?. Es la pregunta inquietante. Le hace salir a la calle en pijama. La casa-habitación está en alto ¿un palomar?. Baja por unas escaleras de hierro, estrecha y herrumbrosa que a mitad de camino está dada la vuelta. Los peldaños vienen desde el otro lado. Cuesta mucho cambiarse al otro lado, teme por su vida. No le hace ninguna gracias caer al vacío donde me le esperan una riada de coches que corren sin reparar en ambos sentidos. Ya pisando firme, con la garganta seca, angustiado por el descenso pone rumbo al bar que hay no más de doscientos metros, a tiro de piedra. Los coches pasan y pasan, pero no le ven o son blandos, imágenes lúmicas. ¿Quién hay ahí? Tras los cristales ligeramente empañados un ennegrecido visillo pegado impide que vea con nitidez el interior. Las caras que voy descubriendo me sorprenden, dejaron de existir hace algún tiempo, compañeros, familiares, algún amigo y sobre todo desconocidos, hay muchos desconocidos, por lo que no se sabe si son invención o qué. Juan G. está meditando apoyado en el quitamiedos del puente alto.

martes, 22 de mayo de 2007

SUPER

¿Que hay que no pueda suceder en el Super?. Es un escenario perfecto para situar un relato de amor, de intriga, de miedo, de violencia, de engaño... No conozco un espacio que pueda dar tanto juego, hasta hay alcohol, papel higiénico, chocolate, insecticidas, carnes, detergentes... También hay madres e hijos. Puede ser que veamos las relaciones filiales más antagónicas. El niño corre de un lado para otro, grita, revuelve por aquí y por allí. Insoportable. La madre sólo dice, Alfonso, Alfonso, Alfonso, vale ya. Alfonso ven aquí, tan bajo que ni ella se oye. Y Alfonso corre, que te corre, incordia que te incordia, vocea. Mira lo que hay aquí, déjame que me compre este paquete, sólo este que es muy pequeño. Y vuelta a correr. Que coñazo. El otro caso es meloso y aplastante. La madre habla y habla. Habla bajito a su hija adolescente. La adoctrina. Le dice de la capacidad de decisión de hombre y habla, habla y habla. La chica cuando va a contestar, a opinar, a sugerir o simplemente a intervenir se encuentra con la madre que sigue hablándola bajito de lo bueno y lo malo. De tu sabrás lo que haces que ya no eres una niña. Y la chica aturdida. Juan G. apunto de desfallecer. Esto es lo que ocurre en el Super entre otros.

martes, 15 de mayo de 2007

SOBRE LOS SUEÑOS

Sabe Juan G. que esta parte de la consciencia será leída por casualidad. No voy a entrar en la ya vieja pelea de la casualidad o la causalidad, más materialista, más dialéctica materialista. Me pierdo en los neurismas, me pierdo en la corriente alterna y en la continua de las neuronas. Los sueños son caprichosos, a veces espantan y otras te llevan lejos, volar sin alas. Juan G. en sueños corre como wueldigo. Un salto de longitud imposible le lleva al extremo de la calle donde se comete el crimen o donde se ama voluptuosamente. Si le analizara un especialista, como se dice un profesional de la cabeza y el orden, seguro que le guardaba una temporada o al menos le aconsejaba dejar de soñar. Juan G., no se pueden tener poluciones nocturnas después de haber fornicado a lo bestia. Date un respiro. Sosiégate y deja que el mundo avance con su peculiar y arrolladora maquinaria. Date cuenta que estas válvulas de escape, no son nada más que válvulas de escape y que los espadachines lo que en realidad están deseando no es matar al otro sino afirmar su existencia.
Los sueños y los objetos imposible se ocultan bajo el cuero cabelludo. Están en alguna parte, al igual que alguna parte está en los sueños.
Una avalancha sólo es un tropel.

lunes, 14 de mayo de 2007

Memoria

Mi amigo Juan G. buscaba en su memoria un término que durante mucho tiempo manejó, pero que ahora se le escapaba.
El término era sencillo, dos palabras, pero no había forma. Llegaba hasta saber que se utilizaba jurídicamente, ni por esas. Las palabras se escurren como las anguilas. Son difíciles de pescar, difíciles de morir y no se sabe bien si son culebra o pez o pez culebra. Viajan pegadas al fondo, agua dulce o salada, pero incansables cumplidoras de su círculo vital.
Sólo una de ellas te dejaba helado a pesar de que esa bonita la condenada. Dicha despacio y sola hasta sonaba bien a g r a v i o, pero mata. Agravio comparativo. Pongamos por caso que al mirarte en el espejo tu yo reflejado sea magnífico, y tú sin embargo picado de viruela. Puede que te alegre, pero es una injusticia manifiesta. Juan G. lo sabe.

domingo, 6 de mayo de 2007

ENTREDEDOS

La luz recorre el reloj
en el amanecer
tenemos las manos entrelazadas
y se nos escapa la harina

suprimiendo lo obvio
sólo queda el beso
el beso prolongado y húmedo
tu rostro reflejo en mis manos
te añoro

hay cosas que no cambian
el amor el dolor los puestos callejeros
los perros vagabundos
porque me duele quitarme el collar
aun te busco

como un ciego ignorante
llevamos tiempo contemplando la luna
y la luna nos contempla
es recíproca
la leche hervida en dedales de oro
desvanece la esperanza de detener el tiempo
puede que hasta la cantante calva
venga al cumpleaños de los andamios herrumbrosos

miércoles, 2 de mayo de 2007

Partida de bautismo

Mi amigo Juan G. está hoy contento. Le dio por ahí. Se marchó a su pueblo. Mi amigo Juan G. es de pueblo, muy de pueblo. Como suele decirse más que las amapolas. Cuando llegó as su pueblo sin pararse siquiera en unos de esos bares, de lo que más hay se dirigió a la parroquia para ver su partida de bautismo. Tal como lo pensó llamó al párroco y le expuso su caso, su sencillo caso, quería ver su partida de bautismo. Cosa más absurda, pensó el cura, pero bueno, cuestiones más pelegrinas había tenido que tender, así que le preguntó cuando fue el hecho o cuando pensaba él que fue.
Juan G. le dijo cuando nació y como entonces era costumbre bautizarles siendo unos bebés, por aquella fecha buscó el cura la partida de bautismo de Juan G.
Por alguna razón, o por lo más obvio, la partida de bautismo de Juan G. no existía. Mi amigo no estaba bautizado, mi amigo no era cristiano y esto le quitaba un gran peso de encima. Podía ser lo que quisiera ser sin tener que renunciar a nada, incluso cristiano. Así que ahora podía empezar a pensar en que ser ya que no era y esto si es de peso.